Surge en como una oposición al constructivismo ruso, principalmente tratando de romper con las normas existentes y las tradiciones para darle algo nuevo al público.

El movimiento deconstructivista se caracteriza por abandonar la verticalidad y la horizontalidad, utilizando rotaciones sobre ángulos pequeños y descomponiendo las estructuras clásicas generando edificaciones de apariencia caótica.

 

 

La arquitectura deconstructivista no representa movimiento, no es un credo, ni tiene reglas. Es la confluencia en la obra de unos cuantos arquitectos importantes, de enfoques similares que dan como resultado formas parecidos. Es una concatenación de tendencias afines en varios lugares del mundo.

 

Deconstructivismo

 

Caracteriza por ser la arquitectura del rompimiento, de la dislocación y distorsión, abandona la verticalidad y la horizontalidad, utiliza rotaciones sobre ángulos pequeños y agudos, descompone las estructuras hasta un caos aparente y la desnuda para aparentar objetos no terminados.

El deconstructivismo incluye ideas de fragmentación, procesos no lineales, procesos de diseño, geometría no formal, negando polaridades como la estructura y el recubrimiento. La apariencia visual de los edificios de este estilo se caracteriza por un desorden controlado. Muchos críticos ven esto como un mero ejercicio formal con poco significado social, hay incluso quienes lo ven como monstruos que se alzan en la ciudades, consideran así a las obras deconstructivistas por el hecho de no ser “normales”.

 

En esta tendencia se mezcla la falta de restricciones del arte con algo tan concreto e inamovible como son las leyes de la física, pues si se construye un edificio, este tendrá que mantenerse en pie, sin embargo es la sensación que arrojan la que no sólo perciben los eruditos en arquitectura ni solo los profesionales en construcción, sino la gente, adultos o jóvenes, profesionales o no, quienes sienten el impacto de algo que fascina por el simple hecho de ser diferente a todo lo que vieron.

Características

  • La arquitectura deconstructivista busca lo extraño dentro de lo familiar, desplaza al contexto más que doblegarse frente a él, cada uno de ellos hace en él intervenciones muy específicas. Con su intervención, los elementos del contexto se hacen extraños.

Cada proyecto activa una parte del contexto de manera de alterar el resto de él, extrayéndole propiedades rupturistas hasta entonces ocultas, que se convierten en protagonistas. La forma ya no divide simplemente un interior de un exterior. La sensación de estar delimitado, ya sea por un edificio o por una habitación se ve alterada. Las paredes se abren, pero de forma ambigua. No hay simples ventanas, aberturas regulares que perforan una pared sólida; más bien la pared es torturada, partida y doblada. Toda la condición de envolvente desaparece

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